Diada de Sant Jordi 2018


DIADA FESTIVA

Así se vive Sant Jordi en Barcelona




Así se vive Sant Jordi en Barcelona

Las rosas y los libros inundan las calles de Barcelona. Es una de las jornadas más especiales del año en la capital catalana, que vive con intensidad la Diada de Sant Jordi. Una fiesta cultural y ciudadana en mayúsculas, con un tiempo primaveral envidiable. Este año la jornada cae en día laborable y tanto el sector editorial como las floristerías arrancan el día con excelentes expectativas de ventas, interés y buen ambiente.
A pie de calle, la rosa estrella está siendo la tradicional de color rojo. La venta de flores amarillas en referencia a la situación política catalana ha aumentado visiblemente pero no ha llevado a desbancar a la roja, que ha mantenido su hegemonía con claridad entre vecinos y colectivos de todos los colores políticos. Además de las floristerías, casi de 3.900 paradas las venderán este lunes por toda la ciudad. Otro millar de paradas llevarán los libros a las calles de los diez distritos.
Desde primera hora de la mañana el centro de la capital catalana lucía centenares de puestos de libros y rosas en la calle. Los más madrugadores, antes de entrar al trabajo, ya se han acercado hasta el corazón de la fiesta. La Rambla late con fuerza, luce sus mejores galas y vuelve a seducir a los barceloneses, público usualmente escaso en la arteria más turística de Barcelona. Ni las aglomeraciones ni el calor podrán con el tirón popular de la avenida, que año tras año vive su jornada más emotiva y cultural.
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A las ocho ya despertaba con una retahíla de paradas de libros y floresultimando preparativos y hacia las nueve todas ellas atendían a los primeros compradores y curiosos. Sin la masificación del mediodía, los paseantes recorrían a primera hora los estands con parsimonia y se tomaban su tiempo para elegir el mejor título. Agentes de la Guardia Urbana patrullan la avenida para evitar incidentes. Las floristerías, emblema de la avenida, embolsaban las rosas y resolvían encargos para colectivos y empresas.
Las paradas de libros de La Rambla han abierto a primera hora de la mañana para estrenar otro Sant Jordi maratoniano
Las paradas de libros de La Rambla han abierto a primera hora de la mañana para estrenar otro Sant Jordi maratoniano (Meritxell M. Pauné)
“Este domingo hemos trabajado y aún así nos quedan todavía encargos por acabar, hemos recibido muchos este año”, valora Carolina Pallés, toda una institución en la Rambla, mientras envuelve un vistoso ramo de rosas rojas. Es la quinta generación al frente de Flors Carolina, con 130 años de historia. “Los últimos años la rosa corporativa había descendido mucho, por la crisis y porque al caer en festivo muchas empresas prescindieron de ella”, señala. Este 2018 los encargos supondrán casi la mitad de las ventas de su establecimiento: “Vuelve a ser el Sant Jordi de hace años”, celebra.
Con la perspectiva que da la veteranía, no tiene duda alguna de cuál será la reina del día: “Decían que la rosa amarilla podía llegar incluso a ser la mayoritaria, pero no ha sucedido porque la rosa de Sant Jordi es la roja y las tradiciones no cambian así como así”. “¡Incluso los independentistas que han venido a por una rosa, con el lazo amarillo en la solapa, han comprado la roja!”, exclama. “Mira que me han hecho propuestas llamativas de rosas amarillas... pero nunca hemos querido politizar las rosas y las seguiremos vendiendo con nuestro envoltorio, como cada año”, avisa la florista.
Una parada de rosas en la Rambla de Catalunya con Consell de Cent
Una parada de rosas en la Rambla de Catalunya con Consell de Cent (Jesús Sancho)
Las librerías también aprovechan el Día mundial del libro para exponer novedades, vender best sellers y en muchos casos marcar perfil propio. Es el caso de Free Time, antiguo quiosco de la Rambla que tras las olimpiadas mutó en tienda y que este año ha tenido que mudarse a la calle Urgell por el subidón de los alquileres en el centro. Por Sant Jordi regresa a su avenida predilecta y vuelve a lucir su especialización en revistas internacionales y publicaciones de diseño y moda. “El libro ni está muerto ni pasa de moda”, reivindica Luisa, mientras da instrucciones a sus cinco compañeros de estand para preparar las bolsas de papel con un punto de libro dentro. “Cada año vendemos un poco de todo y este hay buenos títulos, además está todo lo político... Tenemos buenas expectativas”, apunta.
A poca distancia Fuensanta arregla cajas bajo la carpa de Llibres de Companyia. Es paradista del mercado dominical de Sant Antoni desde 1994 y se dedica al libro de segunda mano y de ocasión. “Aquí nos vienen más a por un autoregalo que a buscar obsequios”, comenta sonriente. Inicia la jornada “con muchas ganas de venderlo todo” y confía que sus precios desde tres euros le ayudarán a conseguirlo.
La emblemática tienda de partituras Casa Beethoven de la Rambla también celebra Sant Jordi con una selección de libros de temática musical
La emblemática tienda de partituras Casa Beethoven de la Rambla también celebra Sant Jordi con una selección de libros de temática musical (Meritxell M. Pauné)
“¡No queremos que Sant Jordi sea festivo, no, no, que sea siempre laborable por favor!”, proclama Laura, de Flors Maria-Laura. En este quiosco, el número 14 de la Rambla, la diada ha arrancado de muy buen humor. Mientras las compañeras decoran una a una las flores, Laura prevé que venderán sobre todo rosas rojas, “como cada año”, y augura más paseantes que nunca gracias a que “hace muy buen día”, sin demasiado calor ni demasiado frío.
En la avenida de los turistas por excelencia no ha faltado tampoco las publicaciones sobre Barcelona y Gaudí en múltiples idiomas. La editorial menorquina Triangle Postals, especializada en guías culturales, ha atendido a un público más internacional que los estands vecinos. “Es el primer año que tenemos parada en el tramo alto de la Rambla y nos ha sorprendido lo madrugadores que son los turistas”, responde Ricard Pla. Un par de extranjeros ya han adquirido un libro y en general parece que conocen la tradición de Sant Jordi. “El año pasado no hicimos parada, porque es muchísimo trabajo, pero este sí que nos hemos animado... No tanto por las ventas como por el gran escaparate que supone esta jornada”, matiza. “¡Es la fiesta de los libros y tenemos que sacarlos a la calle!”, proclama.
Un joven preparando una rosa en la Rambla
Un joven preparando una rosa en la Rambla (Meritxell M. Pauné)
En cambio, en la parada de Exit, un colectivo que organiza actividades entorno al libro y que tienen su base principal en Terrassa, la clientela mayoritaria será barcelonesa. Es el cuarto año que acuden a la Rambla con su oferta generalista y un fondo especial sobre ensayo y pensamiento feminista. “Notamos que hay más interés en los títulos dedicados a género, en la narrativa de mujeres y en las autoras latinoamericanas, en paralelo a los libros sobre Barcelona y su historia”, puntualiza Sira, mientras alza la carpa que les protegerá del sol. Reconoce que este perfil de libros son los que más explicarán y recomendarán, porque los best sellers no necesitan prescripción: “Los mainstream se venden solos, los tenemos para dar viabilidad al proyecto”.
Un puesto de rosas en la Rambla de Barcelona
Un puesto de rosas en la Rambla de Barcelona (Meritxell M. Pauné)
Boquiabiertos y risueños, desfilan también por la calzada central un grupo de escolares de segundo y tercero de Primaria de la cercana escuela Labouré. Por turnos, todos los cursos saldrán a ver “el espectáculo” de la Rambla, explica Andreu, su profesor. “Venimos cada año, les encanta”, relata también con una sonrisa. A partir de las diez de la mañana el público juvenil aumenta en la avenida, puesto que visitar las paradas de libros es una de las actividades estrella de Sant Jordi en los centros educativos de la ciudad, que nunca fallan en la celebración del día de la rosa y el libro.
Plaza Catalunya y La Virreina, nuevos puntos de atención
La plaza Catalunya es este año otro foco de atención, con la presencia de numerosos medios de comunicación y un montaje especial de Òmnium Cultural en el centro con rosas amarillas y lemas sobre la liberación de los presos políticos. Las dos acampadas reivindicativas que las últimas semanas han ocupado la plaza y que fueron desalojadas el pasado miércoles, protagonizadas por sin techo e independentistas respectivamente, disponen como pactaron con el ayuntamiento de un punto de información cada una. Completan el cuadro los sets de televisión y radio que como cada año retransmiten sus programas en directo desde la plaza.
Imagen de la plaza Catalunya durante el día de Sant Jordi
Imagen de la plaza Catalunya durante el día de Sant Jordi (Meritxell M. Pauné)
Puntos de información de la acampada reivindicativa de sintecho en plaza Catalunya, durante la mañana de Sant Jordi
Puntos de información de la acampada reivindicativa de sintecho en plaza Catalunya, durante la mañana de Sant Jordi (Meritxell M. Pauné)
Otro escenario emergente de la fiesta es el Palau de la Virreina, en el centro de la Rambla. Ha acogido por la mañana el regreso de una tradición histórica del sector editorial barcelonés: el desayuno de escritores, editores y libreros de Sant Jordi. La cita se celebraba hasta hace dos años en el hotel Regina, a dos pasos de plaza Catalunya. Con el cambio de gobierno municipal se canceló el encuentro y ahora retorna con nuevo formato, más asistencia interdisciplinar y ubicación de titularidad municipal.
El Palau de la Virreina ha acogido este año por primera vez el desayuno de escritores de Sant Jordi
El Palau de la Virreina ha acogido este año por primera vez el desayuno de escritores de Sant Jordi (Meritxell M. Pauné)
El momento cumbre del encuentro es la foto de familia con los autores de este año, un nutrido grupo que ha llenado hasta la bandera el escenario habilitado. La alcaldesa Ada Colau ha tomado la palabra tras la instantánea para desear un feliz Sant Jordi a todos los barceloneses y ha dedicado una mención especial a Jordi Cuixart, presidente de ÒmniumCultural encarcelado.
Exterior del Palau de la Virreina que se suma a la celebración de Sant Jordi
Exterior del Palau de la Virreina que se suma a la celebración de Sant Jordi (Meritxell M. Pauné)
Consell de Cent se estrena para esponjar Rambla Catalunya y paseo de Gràcia
Otra de las novedades de este año es que el Ayuntamiento ha cortado el tráfico en un tramo de la calle Consell de Cent, entre Balmes y paseo de Gràcia, para que los libreros y los floristas instalen también aquí sus paradas con el objetivo de esponjar las inevitables aglomeraciones en el centro. Un circuito literario cerrado que se transforma en una especie de plaza con paradas en las cuatro esquinas en el cruce de la Rambla de Catalunya. A las 9h de la mañana el tráfico ya estaba cortado y los puestos se apresuraban a tenerlo todo listo.
Corte de tráfico en la calle Consell de Cent con Balmes con motivo de Sant Jordi
Corte de tráfico en la calle Consell de Cent con Balmes con motivo de Sant Jordi (Jesús Sancho)
“Está bien que se corte el tráfico porque así habrá más espacio para que la gente pueda pasear. Este año al no ser festivo es diferente y las ventas se alargan durante todo el día coincidiendo con el horario laboral”, destaca explica Oriol, de la librería La Central. Aunque reconoce que todavía es pronto para intuir qué autores son los más solicitados, apunta que de momento “me han pedido varios ejemplares del libro de Jordi Borràs Dies que duraran anys y del de Jordi Puntí Això no és Amèrica”.
Los libreros colocando los libros en una parada en Rambla de Catalunya
Los libreros colocando los libros en una parada en Rambla de Catalunya (Jesús Sancho)
“Nos parece positivo que se corte el tráfico. A diferencia del año pasado los factores que influyen realmente es que no llueva y no haya partido del Barça-Madrid, algo que nos ayudará seguro”, comenta Eugenia Pujol, de la librería alemana e infantil Fabre.
“Mi marido está enfermo y yo me ha podido comprar la rosa. Así que lo he hecho yo misma. Me he comprado una roja, y una amarilla y blanca para mis dos hijas”, explica Vera, que se ha acercado a una parada de rosas antes ir a trabajar. “He venido pronto para evitar colas, el problema luego será cuando acabé la jornada para salir de la ciudad”, añade.
Quim, vestido de dragón, y Guillem, del Agrumament Escolta vendiendo rosas
Quim, vestido de dragón, y Guillem, del Agrumament Escolta vendiendo rosas (LVD)
La otra protagonista indiscutible de Sant Jordi, la rosa, también notará el viento a favor de este lunes laborable y primaveral. Los mayoristas esperan vender más de siete millones de rosas, un 20% más de lo habitual. “La rosaroja sigue siendo la reina. Hoy al coincidir Sant Jordi en día laborable prevemos que la venta esté más repartida y escalonada. Ya han venido algunos despachos de abogados y nos han comprado rosas”, explica AnaBernabé, que desde hace años tiene una parada en Rambla de Catalunya con Consell de Cent.
Un rosa amarilla rodeada de rosas rojas
Un rosa amarilla rodeada de rosas rojas (Jesús Sancho)
Y es que no solo los enamorados, amigos o familiares se regalan rosas sino que también algunas empresas se suman a esta especial tradición y obsequian a sus trabajadores regalándole flores. La roja sigue siendo la más demandada y triunfa en concreto la variedad Freedom, caracterizada por su rojo fuego y su resistencia.
Aunque no llevará a dar el sorpasso, el color amarillo sí que gana peso visiblemente y ha acaparado hasta el 10% del total de flores distribuidas, tal como ha informado la Asociación de Empresarios Mayoristas de Mercabarna Flor. La campaña de Òmnium Cultural para regalar esta variedad como símbolo de solidaridad con los presos independentistas ha calado. “Nosotros este año tenemos una 20% más de rosas amarillas y ya hemos vendido algunas”, afirma Bernabé.
Montaje de paradas en paseo de Gràcia con Gran Via, antes de las nueve
Montaje de paradas en paseo de Gràcia con Gran Via, antes de las nueve (Meritxell M. Pauné)
Sobre los precios, el coste de la rosa se mantiene estable en comparación con los años anteriores y a primera hora de la mañana se vendía entre cuatro y cinco euros, aunque algunos optaban por pequeños rosales en vez de flores o ramos. En cuanto a los adornos y envoltorios los hay de todos los estilos. Se nota un cierto giro hacia elementos más ecológicos y reciclados que arrinconan a los mayoritarios de otros años, como el celofán y la bolsa de plástico. El color amarillo también está presente en los envoltorios y de manera muy visible en complementos como las cintas.
Una parada de libros en la Rambla de Catalunya en Barcelona
Una parada de libros en la Rambla de Catalunya en Barcelona (Jesús Sancho)
Más libros y menos flores
El día de Sant Jordi también ha llegado con cierta polémica. El Gremi de Floristes de Catalunya se ha quejado de que el Ayuntamiento ha concedido demasiadas licencias para vender rosas y también ha pedido distribuir mejor la paradas para que no se concentren tantas en el centro. La cifra de puestos de ventas de rosas asciende este año a 3.892 en la capital catalana (29 menos que en el 2017), algo que no le parece bien al responsable de la entidad, Joan Guillén, que ha planteado que se reduzcan casi a la mitad, entre las 2.000 y las 2.500.
La rosa es la protagonista de Sant Jordi en múltiples formatos, desde ramos hasta pequeños rosales
La rosa es la protagonista de Sant Jordi en múltiples formatos, desde ramos hasta pequeños rosales (Meritxell M. Pauné)
El Ayuntamiento ha recogido el guante y el concejal de Empresa y Turismo, Agustí Colom, ha asegurado que se compromete a revisar y actualizar la ordenanza que regula esta cuestión de cara a futuras ediciones. De las 4.872 paradas autorizadas en total, más de dos mil se sitúan en el Eixample y 677 en Ciutat Vella.
Montaje de una parada en la Rambla de Catalunya
Montaje de una parada en la Rambla de Catalunya (Jesús Sancho)
En cuanto a los puntos de venta de libros hay algunos más que el año pasado. En total, hay 980 paradas repartidas en la ciudad, 57 más que el año pasado, y, como en el caso de las rosas, la mayoría se concentra en el centro. El representante del Gremi de Llibreters de Catalunya, Pere Fàbregues también ha mostrado su optimismo y espera que Sant Jordi, al celebrarse en lunes, ayude a mejorar los buenos resultados de los últimos años. Es un día crucial para el sector librero que suele vender alrededor de un millón y medio de libros y factura sobre los 20 millones. Sant Jordi ya está en marcha.

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